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A 220 años de la llegada del Señor de Esquipulas a Moroleón

Foto del escritor: Dia SieteDia Siete

Por: Pepe Carrillo.-

He aquí parte de la historia del santo patrono Señor de Esquipulas en su llegada a Moroleón (antes se llamaba Congregación).

El día 5 de mayo del año 1805 llegó a la Congregación este Cristo, que fue traído de Guatemala por Fray Alonso de Velasco.






Este se hacía acompañar de un humilde arriero y su destino era llegar hasta Guajuato capital.

Pero Fray Alonso se enfermó y ya no pudo continuar su viaje.




Por lo cual pidieron posada a un vecino de esta Congregación, que era el hermano (sacerdote) de nombre José María Aguilar, instalándose en la casa del señor Agustín Guzmán, ubicada en la calle Benito Juárez número 4, en donde más tarde Fray Alonso falleció.




Ahí dejaron una caja de madera con contenido desconocido. Por lo que el padre Fray Francisco Quintana fue quien abrió la caja, que el finado había dejado.

Y encontrando una sorpresa, pues ahí venía un pergamino junto con la imagen del Cristo Negro de Esquipulas. Identificado por los datos ahí escritos, que venían en la misma caja.

Fue así que hasta el 15 de enero del año 1806, el padre Fray Francisco ofició la primer misa en honor al milagroso Señor de Esquipulas.




Tomándose en cuenta la fecha de su llegada a Moroleón, que fue en 1985, vemos que han pasado 220 años de su llegada al pueblo feliz.



Se conoce como “Señor de Esquipulas”, porque es una reproducción del Cristo negro original, de tamaño normal, y que está en el templo de la ciudad de Esquipulas, Guatemala.

Por lo que aquí, en Moroleón se le conoce como “Señor de Esquipulitas”, por se de tamaño pequeño, en relación con el “original”.



No es un mito, es una verdadera historia, concisa, exacta y cierta.

Aclaración: en el año de 1845 se le concedió a esta Congregación (Moroleón), convertirse en pueblo, tener alcalde y síndico. Y fue hasta el año de 1856 cuando de Congregación, y fue hasta el año 1856 cuando de Congregación pasó a ser ciudad con el nombre de Moro-León, estando como gobernador del Estado el General Manuel Doblado.




Y bien, amigos lectores de Día 7, seguimos aquí en Moroleón, de plácemes y de manteles largos.

Este pasado miércoles 15 de enero a las 12 horas se ofició la santa misa anual, al santo patrono Esquipulitas.




Pero ahora con mayor entusiasmo y fe católica inquebrantable, por ser el 220 Aniversario de la llegada del Señor, y por ser este año 2025, Jubilar y porque la parroquia de San Juan Bautista pasó a ser Santuario Expiatorio.




Y para este gran banquete eucarístico estuvieron presentes celebridades eclesiásticas, profesando su fe, el señor Arzobispo de Morelia, Carlos Garfias Merlos, además, el señor Provincial, Marco Antonio Luna Medrano y el arzobispo Manuel Reséndez.



E igualmente algunas autoridades de nuestro Estado de Guanajuato, como el Lic. Gabriel Maldonado Moctezuma, en representación de la Gobernadora del Estado, Libia Denisse García Muñoz Ledo y dos diputados federales que no pudimos anotar sus nombres.

Además, la Lic. Elvira, de la Secretaría de Gobierno, el Lic. Baltasar Zamudio, Secretario de Gobierno y una dama representando al Colegio Agustiniano de Yuriria.




Se contó con la presencia de la alcaldesa Alma Denisse Sánchez Barragán. Y la participación del Coro Monumental, con su director Julio Baeza, con 20 años sirviendo a este santuario.

Algunos medios de comunicación, las cámaras de video del Santuario, Radio Alegría y el rotativo Semanario Día 7.



Sin faltar los hijos de Moroleón y familias de todos lados presentes en tan gran acontecimiento, con el párroco del lugar, Señor Cura Ricardo Maganda, finísimo anfitrión.

Falta el día más importante, que es el 31 de enero, cuando será la peregrinación grande o Paso del Señor de Esquipulitas.



Ahora, por ser ya la parroquia de San Juan Bautista un Santuario Expiatorio y este año 2025 es Año Jubilar, además el 220 aniversario de la llegada de Esquipulitas, será el recorrido más grande.



Recuerden, rendirle culto a Esquipulitas no sólo responde a una cuestión de devoción, también a la cultura indígena purépecha, y a nuestra fe cristiana.

Como guanajuatenses: Viva Esquipulas.

He aquí otra historia más.

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