Benedicto IX: el Papa que se reeligió tres veces

Las transiciones de liderazgo son complicadas por muchas razones, la iglesia católica no se salvó de las complicaciones de establecer un proceso de elección papal. Pues el que conocemos hoy en día tardó siglos en establecerse.

La fumata blanca y negra que sale de la Capilla Sixtina, parte del proceso del famoso cónclave, tiene detrás una historia incluso milenaria sobre cómo la iglesia católica comenzó a elegir a su máximo líder espiritual.

Para comprender bien el origen del procedimiento de elección, hay que remontarse a los tiempos del considerado por muchos, “el peor Papa o uno de los peores”, Benedicto IX.

El santo padre realizó una serie de cambios protocolarios en el ritual funerario que pretenden reflejar mejor la fe de la Iglesia

Benedicto IX, maltratado por la historia Occidental debido a su controversial legado como el máximo líder espiritual de la iglesia, fue Papa en tres ocasiones de 1032 a

1044, de abril a mayo de 1045 y de 1047 a 1048. Todas ellas con formas polémicas que lo lanzaron al “panteón” de la historia papal como uno de los más criticados de la historia.

Pertenecía a una de las familias medievales de Roma más poderosas, los Tusculani. Dicha familia tuvo gran influencia en los cambios de papeles de aquella época, incluso dos de sus integrantes ya habían pasado papas antes de la elección de Benedicto IX. Se trataban de Benedicto VIII y Juan XIX, tíos del polémico pontífice.

Tan sólo a los 20 años se convirtió en Papa en 1032, mostrando los intereses políticos de la familia Tusculani, pues de inmediato excomulgó líderes eclesiásticos que se oponían a su nombramiento. De mal carácter y conducta violenta, hartó a la población romana, quien se levantaron en su contra y terminó huyendo de Roma en 1045.